En la semiología medica principalmente en la neurológica es importante detectar la causa primordial por la que el paciente acude para su atención médica, a partir de aquí deben considerarse factores desencadenantes, síntomas acompañantes, factores atenuantes y síntomas anexos durante el transcurso de la evolución, por ello debe considerarse la práctica de la medicina como “un arte”.
Dentro de los aspectos mas comunes están los “síntomas subjetivos” que el paciente refiere y que frecuentemente es difícil medir, por lo que el clínico al discernir sobre ello logrará descartar si este síntoma es la causa del padecimiento o es la consecuencia de ello. Por ejemplo: Cuando un paciente refiere cefalea de unas semanas de evolución, sin que hayamos dirigido el interrogatorio considerando las pautas más importantes del interrogatorio dirigido ya conocidas sobre el estudio de la causa de la cefalea, es muy común que el clínico pase desapercibido el diagnóstico real y las terapias se dirijan en forma paliativa al control del dolor en forma temporal.
Un ejemplo muy ilustrativo es el siguiente:
Si un paciente acude a consulta por cefalea, que describe de bilateral, opresiva y que aumenta durante la tarde, de dos semanas de evolución, sin antecedentes previos de cefalea. ¿cuál sería nuestra principal sospecha sin considerar otros datos de importancia de sus antecedentes? Podríamos pensar que el paciente está presentando una cefalea de tipo tensional, debido a que el tipo de cefaleas más frecuente en el ser humano.
¿Qué pensaríamos si el paciente nos informara que los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos no le han servido?
Por ello es importante dirigir la anamnesis hacia los aspectos importantes que orientan a pensar en el tipo específico de cefalea.
¿Sería igual la sospecha diagnóstica al considerar la edad del paciente de 23 años, 45 años, 70 años?
¿Sería igual la sospecha diagnóstica al considerar el sexo del paciente? ¿Sería igual la sospecha diagnóstica al considerar los antecedentes de enfermedades crónicas como DM tipo 2, HTAS, AR, Cardiopatía, EPOC, ERC, hipotiroidismo ….., etc.? ¿Sería igual la sospecha diagnóstica al considerar la presencia o ausencia de traumatismos craneoencefálicos? ¿Sería igual la sospecha diagnóstica al considerar la presencia de vértigo, náuseas y vómito? Las respuestas a estas preguntas nos acercan en mayor probabilidad hacia el diagnóstico adecuado y nos alejan de los diagnósticos erróneos.
Esto es muy importante debido a que una anamnesis adecuada nos acerca a un 67% del diagnóstico, y si realizamos una exploración adecuada, podríamos lograr hasta un 82% del diagnóstico. ¿Qué nos hace deducir esto?, nos lleva a pensar y confirmar que los estudios de laboratorio, imagen, gabinete solo son una herramienta importante para la confirmación o descarte del diagnóstico de sospecha.
Por ello, trato de explicar en este apartado una serie de aspectos de importancia relevante sobre ciertos síntomas comunes y mostrar que, un simple síntoma clínico puede ser parte de la punta del iceberg de una extensa enfermedad neurológica.